Este refrán es casi un trabalenguas. Significa que, cuando en marzo hace el tiempo propio de mayo, en mayo hará el tiempo de marzo.
Marzo es un mes ventoso y lluvioso. Mayo es, como dice otro refrán, "florido y hermoso". Así, cuando en marzo luce el sol y hace buen tiempo, se puede esperar que mayo venga con vientos y lluvias desapacibles.